Plantas hermosas y felices en nuestro jardín
Para que broten y florezcan en las mejores condiciones, es importante tener en cuenta las necesidades específicas de cada una de las plantas que has elegido para tu jardín. Las condiciones especiales de ciertos lugares requieren a veces aplicar enfoques poco usuales.
En principio, los lugares donde podemos colocar las plantas se clasifican según la radiación solar que reciben. Existen variedades de plantas adecuadas para terrazas soleadas y calientes, y en cambio otras que solo prenden en patios umbríos. Entre ambos extremos se encuentran las zonas de sombra parcial y las áreas semisoleadas.
Aunque es cierto que hay un lugar idóneo para cada planta, si se les dedican los cuidados necesarios, la mayoría de ellas también pueden crecer en lugares menos óptimos.
Consejo: Siempre que sea posible, en días especialmente calurosos conviene colocar a la sombra las plantas durante el mediodía. Para ello bastarán una simple sombrilla o un toldo. De otro modo, y en particular las plantas jóvenes, podrían quemarse rápidamente y sin posibilidad de regeneración.
En los jardines verticales, la intensidad luminosa desciende hacia abajo, como si dijéramos, pero no tanto como para que en la zona superior solo prendan plantas suculentas, como la siempreviva, y en la inferior solo los helechos. Ahora bien, lo que sí puede suceder es que la lechuga crezca más hermosa si la sitúas en la zona superior.
CÁLIDO Y LUMINOSO
No solo la luz, sino también la temperatura y la ventilación influyen en el crecimiento de las plantas.
Junto a una pared soleada hace más calor que en un lugar expuesto al viento. Los muros almacenan calor para luego desprenderlo. Hasta cierto punto, la fuente de calor adicional es beneficiosa. Sin embargo, si, por ejemplo, las plantas están situadas delante de una superficie de metal demasiado caliente, sin duda se quemarán. A todas las plantas les viene bien una corriente de aire fresca. Allí donde el aire no se mueve, las plantas desarrollan a menudo enfermedades como el mildiú y se acumulan parásitos como el pulgón. No obstante, en una azotea las tormentas pueden causar estrés a nuestras plantas.
Al plantar nuestras especies favoritas en bolsas individuales, sus raíces no compiten entre sí. Lo mejor es ubicar las plantas colgantes únicamente en la zona inferior para que no tapen a las demás.
UNA BASE SÓLIDA
Lo que es aplicable al jardín tradicional, se aplica igualmente a los jardines verticales: sin un buen sustrato, las plantas no prenden bien y se van marchitando. Afortunadamente, en los viveros podrás elegir entre una gran variedad de tierras. Entre otras, existen productos libres de turba, con los que, además, estarás contribuyendo a reducir la preocupante disminución de las turberas altas de la Europa oriental.
Consejo: El mejor sustrato sirve para poco si las plantas no tienen suficientes espacio para sus raíces. Asegúrate de que el cepellón que la envuelve no toca el borde del tiesto al plantarlo, sino que dispone de unos 1-2 cm libres; así la planta podrá sobrevivir y continuar creciendo.
Podemos utilizar unas tuberías escalonadas para plantar distintos tipos de lechugas y cubrir de vegetación una pared.
Tú mismo puedes elaborar la tierra más apropiada a partir de unos pocos ingredientes o renovar y optimizar la tierra de la que dispongas. mezcla dos terceras partes de tierra de jardín libre de turba con la misma cantidad, a partes iguales, de compost común y compost de corteza. Esta mezcla es muy apropiada para plantas herbáceas perennes y flores de verano. Para las verduras, conviene aumentar la proporción de corteza, mezcla la tierra con una pequeña cantidad de arena. Las hierbas mediterráneas, como la lavanda y el tomillo, necesitarán menos nutrientes. En este caso, es buena idea complementar los suelos ligeros con arena y gravilla de lava. Y quien desee ofrecerle las mejores condiciones a las plantas suculentas, debe abstenerse de utilizar tierra de jardín rica en nutrientes. En este caso, lo ideal es mezclar tierra para cactus o compost para macetas con igual cantidad de arena, piedra de lava y perlita.
Fuente: «Cómo construir un jardín vertical»